Los seres humanos nos hemos encargado de darle un valor a todas las cosas. No importa si es material o no, tangible o intangible, pero sin duda lo hacemos.
Claramente a las cosas que más valor les damos es a las materiales, como el dinero, por ejemplo, pero hay pequeños detalles, por insignificante que puedan llegar a parecer, que tienen un valor invaluable, nada se les compararía.
Una de esas insignificantes cosas son los documentos de identidad de una persona, no te imaginas lo valiosas que pueden llegar a ser, tal es el caso del DNI –Documento Nacional de Identidad-, licencia para conducir, carné de estudiante, pero sobre todos estos, se encuentran varios en particular, pero solo nos centraremos en uno de ellos, y es el famoso NIF de los autónomos.
Ya hemos hablado mucho sobre el tema en cuestión, sobre los trabajadores autónomos o por cuenta propia y las tantas dificultades que suelen presentárseles al momento de querer convertirse en uno. Y sí, es una tarea bastante agitada y demás, pero el detalle está en hacerte fuerte e ir superando todas las pruebas que te ponga la vida. En breve, el NIF autónomo. ¡Sígueme!
NIF del autónomo
El NIF, o Número de Identificación Fiscal, es simplemente un número, una especie de clave, algo que siempre deberás llevar contigo, ya que te permitirá identificarte si eres una persona física o jurídica, como también a las entidades sin personalidad. La llegada del NIF supuso un verdadero cambio para los asuntos fiscales de España, ya que anexó a ambas partes. ¡Prosigamos!
La invención del Número de Identificación Fiscal (NIF) no es algo tan nuevo que digamos, ya lo habían creado, pero sí trajo nuevas modalidades para el fisco español. De esta manera, el NIF surgió en el año 2008, y antes de ello, únicamente era para las personas físicas que realizaban alguna actividad mercantil, pero hubo varios cambios al respecto.
Como te comentamos anteriormente, primero surgió para ser únicamente utilizado por las personas físicas con actividades mercantiles, pero a partir de ese año, el Estado hizo pública de manera oficial una reforma legal que quedó estipulada en el Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, en el cual, entre otros detalles, dictaba que el NIF podría ser empleado en personas jurídicas.
Pero, ¿de qué va esto del Número de Identificación Fiscal (NIF), cómo está compuesto? Pues el NIF es un documento que funge como identificador fiscal en España y parte de Europa, el cual está constituido por nueve caracteres: una letra –que indica la forma jurídica, si es española o extranjera-; un número aleatorio o al azar de siete dígitos y un carácter de control. ¡Eso es todo!
Lo anteriormente explicado nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿para qué sirve el NIF, qué uso le dan? Este documento es importantísimo e imprescindible si llevas a cabo cualquier tipo de actividad comercial siendo tú la persona titular –no como empresas-. El NIF es tu número identificativo y deberás incluirlo en todas tus facturas para que gocen de total validez.
Siempre tendrás el Número de Identificación Fiscal presente en todas y cada una de tus facturas, así están serán auténticas. Por otra parte, tus proveedores, también se verán en la absoluta obligación de identificarte por esta denominación, además, en las facturas que emitan a favor, deberán siempre incluirlas. No debes dejar cabos sueltos, para nada.
A las instituciones fiscales puedes engañarlas, pero no por mucho tiempo, así que si el Número de Identificación Fiscal (NIF) no se ve reflejado en alguna de las tantas facturas recibidas y emitidas en las que tú funges como el titular, dicha factura quedará inmediatamente invalidada por parte de Hacienda, y tampoco podrás incluirla en tu contabilidad ni asuntos fiscales (IVA e IRPF).
Para dar por finalizada esta sección, considera este posible escenario. Si pasas de ser una persona física, a una persona con obligaciones fiscales, deberás contar con un NIF, y aunque este sea idéntico al de tu DNI, no podrás incluirlo en una factura, sino que para ser válido debes realizar los trámites y convertirte en trabajador autónomo, pagar la cuota y cumplir con el debido proceso.
Requisitos NIF autónomo
Hay varios factores que debes tener en consideración al momento de solicitar el Número de Identificación Fiscal (NIF). Uno de ellos es que deberás hacerlo durante el siguiente mes a la fecha en la que constituiste la sociedad o la entidad sin personalidad jurídica, pero siempre antes de realizar cualquier tipo de prestación o adquisición de bienes o servicios y otros aspectos a considerar.
Antes de todo esto, tendrás la posibilidad de optar por el NIF provisional, el cual obtendrás haciendo la presentación del modelo 036 y marcando la casilla 110. Un detalle que no debes pasar por alto es que estos trámites no se realizan por internet, sino personalmente en la correspondiente administración o delegación de Hacienda, como también por correo certificado.
Si te aprobaron el NIF provisional, el siguiente paso es que te hagan entrega del definitivo, y eso será cuando tú, como persona física o jurídica hayan cumplido con la debida documentación que te exigen, pero será vital que completes el modelo 036, pero marcando la casilla 120 en este caso. Si dispones de certificado electrónico, puedes hacerlo por internet.
A continuación, te suministraremos los requisitos que debes presentar si eres una persona jurídica, estos son: original y fotocopia de la Escritura de Constitución de la sociedad que contenga los estatutos sociales; certificado e inscripción en el Registro Mercantil; fotocopia del NIF de la persona firmante de la declaración censal que debe ser representante de la sociedad.
Original y fotocopia del documento que acredite la capacidad de representación de quien firme la declaración censal. De no figurar este como tal en la Escritura de Constitución. ¿Prestaste atención a todos los detalles? Pues es mejor que lo hayas hecho, porque hemos llegado al final de este artículo.
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